Eso de escribir en un blog

Hay días en los que te apetece escribir. Necesitas narrar sucesos y entretejer con ellos toda una trama, y dejar volar tu imaginación. Esos días haces clic derecho sobre un espacio vacío en tu carpeta, creas un nuevo archivo de Word y las palabras fluyen casi sin darte cuenta. El problema es cuando a la mitad del proceso, se te acaba la imaginación. Así solo te quedan fragmentos, en unas ocasiones párrafos y en otras un par de líneas, que no sabes dónde meter. Te gustaría continuarlos, te gustaría darles una forma más adecuada y cogerles cariño al elaborarlos con sumo cuidado, no en vano se trata de un trabajo artesanal. Pero sin embargo, Inspiración esos días está revuelta y viene y va, sin parar.

Hay días en los que no te apetece simplemente escribir. Quieres escribir en ese blog que lleva años abierto pero en el que rara vez escribes.

Y no es por falta de ganas, no. Porque aunque hay días en los que aquello que de verdad quieres hacer es meterte en la cama de nuevo y dormir hasta la mañana siguiente, normalmente son pocos al mes. Es que eso de escribir en un blog es una ardua tarea en realidad, oigan.

En ocasiones, te despiertas con una idea. Esa idea se va fraguando en tu mente, pero entonces la aplastante realidad te golpea de frente: tu temario hiperplásico de 2º año de Medicina. Qué remedio, apuntas la idea en un post-it -cuántos habrán pasado por mi pared ya- y te dispones al lío, posponiendo ese interesante tema para otra ocasión en la que dispongas de más tiempo.

Pasan los días, las semanas y los meses, y por fin tienes tiempo libre. Pero estás cansado, ha sido un esfuerzo importante y, aunque te gusta mucho escribir, necesitas descansar. Descansas, descansas, descansas... vaya, pero si es Junio. Otra vez exámenes.

Por suerte, luego llega el verano, en el que puedes dedicarte con plenitud a tus hobbies, sean los que sean... pero siempre acabas anteponiendo otras cosas a escribir en el blog. Quizás porque necesitas airearte de tanto estar en tu habitación, quién sabe.

Hoy es uno de esos días en los que tengo ideas, pero esas ideas llevan un trabajo detrás importante, que requieren un tiempo del que no dispongo. Tal vez cuando pasen los exámenes, pueda darles forma y que este blog no esté tan muerto como está.