Sonhos de Demania

Hay días en los que te apetece escribir. Necesitas narrar sucesos y entretejer con ellos toda una trama, y dejar volar tu imaginación. Esos días haces clic derecho sobre un espacio vacío en tu carpeta, creas un nuevo archivo de Word y las palabras fluyen casi sin darte cuenta. El problema es cuando a la mitad del proceso, se te acaba la imaginación. Así solo te quedan fragmentos, en unas ocasiones párrafos y en otras un par de líneas, que no sabes dónde meter. Te gustaría continuarlos, te gustaría darles una forma más adecuada y cogerles cariño al elaborarlos con sumo cuidado, no en vano se trata de un trabajo artesanal. Pero sin embargo, Inspiración esos días está revuelta y viene y va, sin parar. Hay días en los que no te apetece simplemente escribir. Quieres escribir en ese blog que lleva años abierto pero en el que rara vez escribes. Y no es por falta de ganas, no. Porque aunque hay días en los que aquello que de verdad quieres hacer es meterte en la cama de nuevo y dormir hast

Eso es lo que tengo estos días. Una pereza, una vagancia in extremis . Por alguna razón, me cuesta bastante ponerme a estudiar, así que pueden pasar días sin que toque apuntes, ni tan siquiera para pasarlos a limpio. Sospecho que es debido al intenso horario que tenemos de Lunes a Miércoles, combinado con que este año algunas de las asignaturas son más densas (Patología, Fisiología). En cualquier caso, y pese a problemas con ciertos profesores, estoy contento con este año. Es más... específico, más médico y más clínico (que no son sinónimos). A pesar de que sé que en las prácticas clínicas no haremos prácticamente nada -algo comprensible, puesto que somos de 2º-, estoy algo emocionado. El hecho de poder ver cómo es la medicina desde dentro, aunque sea un pequeño vistacillo, es algo que me provoca algo de nervios. Anotación al margen: Probablemente a las 2 semanas ya no me parezca tan bonito... lol Este año conoceré también el tema de la investigación desde dentro. Voy a parti

El curso ha acabado. 1º de Medicina ha sido un curso largo, duro, de mucho esfuerzo y estudio diario, de exámenes con temarios hiperplásicos, de profesores que no deseaban que usaras el portátil pese a la dificultad para coger apuntes en su asignatura, de trabajos inútiles a hacer para asignaturas de 3 créditos... pero de cambios. Un año de evolución personal, de confirmación de que la Medicina me gusta. De que no solo me gusta, si no que me apasiona. Es una ciencia bella, en constante cambio y desarrollo, de práctica difícil pero de gran importancia. Es un curso que jamás olvidaré, no sólo por su dificultad, si no por lo que representa: un cambio en mi vida, un antes y después. Ahora sé de veras que es médico lo que quiero ser. En cuanto a mis resultados académicos, he de decir que no han sido notas altas. Son más bien notas normales, algunas bajas, pero sin embargo no es algo que me frustre. Ha sido un curso difícil, y pasar limpio es suficiente para mí. Las notas del 1er semestre ha