Adiós, 2012; hola, 2013


Hace aproximadamente 2 horas y media -desde mis perspectiva, cuando comencé a escribir este artículo- que dijimos adiós a un año lleno de eventos y acontecimientos. Un año movidito, de muchos cambios, de momentos de incertidumbre y de pena, pero también de momentos de alegría y risas.

2012 ha sido el año en el que he acabado el primer curso de Medicina, y por tanto, es aquél en el que he tenido mis primeros exámenes universitarios. Mi vida ha cambiado mucho, mis hábitos de estudio también, y he entrado en un mundo completamente distinto a las etapas educativas anteriores. Podría decirse, realmente, que esta ya no es una etapa educativa, sino más bien una etapa de formación, en la que tú mismo con los materiales de los que dispones te preparas y te formas para en un futuro ser un buen médico. Ya no es estudiar por estudiar: es estudiar sabiendo que el día de mañana tendrás delante de ti a una persona a la que atender, a la que tranquilizar y ayudar, a la que cuidar.

Porque no olvidemos que la medicina no está constituida únicamente por enfermedades. Ya lo dijo en su tiempo Claude Bernard: "no hay enfermedades, sino enfermos". Y por ello, no podemos estudiar pensando que el día de mañana tendremos delante de nosotros una larga lista de puzzles por resolver, sino que tendremos personas, y como seres humanos que son las enfermedades se mostraran de manera distinta en cada uno, y tendrán sentimientos, preocupaciones, incertidumbres y miedo. Y no solo deberemos tratar las enfermedades, sino también a los pacientes en sí.

2012 ha sido el año cuyo verano ha sido el más extraño en muchos. Se ha caracterizado por una ruptura. Pero también se ha caracterizado por un acercamiento hacia mis amigos, un estrechamiento de nuestros lazos que me ha ayudado muchísimo -y no saben cuánto, estoy seguro- a encontrarme bien, a superar los problemas y a seguir adelante.

Además, Dani me insistió en leer Homestuck y al final accedí. ¿El resultado? Hoy mismo (técnicamente ayer, en realidad) llegué a la página 6000. ¿Lo malo? Me ha prohibido continuar, puesto que quiere ver en persona mi reacción cuando vea [S] Cascade... ¿por qué me haces sufrir así, por quéee?

2012 ha sido el año en el que he comenzado el segundo año de Medicina. El año en el que he comenzado las prácticas clínicas. En el que, recordando las palabras de mi compañera Julia, "[...] he olido el dolor y saboreado las ganas de curar y aliviar a aquellos que sufren". En el que he visto a personas luchar por respirar. En el que, más que nunca, he valorado la oportunidad que me brinda la vida, y cómo soy afortunado por todo lo que tengo. Y también, cómo en el momento más inesperado, todo puede cambiar, en un mero instante, sin que apenas te des cuenta. Por eso, hay que aprovechar cada día de nuestras vidas no como si fuera el último, pero casi. Hacer de cada día algo especial y único.

2012 ha sido el año en el que me he conocido más a mí mismo. He visto de lo que soy capaz, y también de lo que no soy capaz. Y he visto que siempre pueden superarse los límites, siempre y cuando haya suficiente fuerza de voluntad para ello. Nada es imposible.

2012 ha sido el año en el que he vuelto a retomar viejas costumbres que tenía dejadas de lado. Costumbres tan mundanas -y no por ello menospreciables- como leer manga o ver series, o de vez en cuando estudiar algo de japonés. De hecho, voy por el tomo 8 del manga de FullMetal Alchemist -y no continúo porque no tengo más comprados- y he visto Steins;Gate, la cual se ha convertido en una de mis series favoritas. Lo que me ha faltado es retomar de forma importante la fotografía, aunque he salido alguna vez a hacer fotos, especialmente con mi amigo, hermano más bien, Alberto.

2012 ha sido el año en el que por fin, tras tanto tiempo con ese libro por casa, me he empollado casi la totalidad de "Programación en C/C++". Solo me falta la última parte, la de Programación Orientada a Objetos, materia que estudiaré en el próximo verano. También ha sido el año en el que a Alberto y a mí se nos ocurrió el Proyecto Yuniti (Arquenteron), y en el que nos pusimos manos a la obra, encargándose él de los modelos 3D y yo de los entornos y la programación. Mañanas y tardes de verano pasamos preparándolo, con esfuerzo pero ilusión, aunque debido al comienzo de las clases lo hemos tenido que dejar aparcado, sin bien lo continuaremos en cuanto nos sea posible. Por mi parte, también hice Gunstairs, un simple jueguecito para ordenador hecho con GameMaker y con gráficos retro, que supone mi primer juego terminado. Siempre los he dejado a la mitad por distintas razones pero en esta ocasión me propuse acabarlo. Y aunque planeo en un futuro añadir más tipos de disparos y elementos, en sí el juego está acabado.

En definitiva, 2012 ha sido un año en el que he conocido a gente nueva, en el que he afianzado mis relaciones con gente que ya conocía y en el que muchas personas han pasado a significar mucho para mí. Quiero agradecer su apoyo y su simpatía a todos ellos, porque de un modo u otro han contribuido a que ahora me sienta como me siento, tan feliz y lleno de energía, preparado para todo lo que se me venga por delante. Gracias, chicos, de verdad, por absolutamente todo.

Y ahora, llega 2013. Lleno de dificultades y retos, pero también lleno de oportunidades. Oportunidades que no voy a dejar pasar por nada del mundo.

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